Llamo con cariño a mis eventos de mediumnidad «The Bridge» porque, en esos momentos, construyo un puente entre el mundo físico y el reino de las almas: el mundo astral. Como médium, tengo el privilegio de servir como este puente y facilitar la comunicación entre las personas y sus seres queridos fallecidos. La mediumnidad se basa en la comprensión de que la conciencia continúa más allá de la muerte física y que las almas de nuestros seres queridos aún están presentes y accesibles para nosotros. No se les invoca; vienen por sí solas. A través de mis habilidades, soy capaz de percibir e interpretar las energías, mensajes y la presencia de estas almas.